Te cuento como lo estoy haciendo yo
Dándole vueltas a la cabeza, me preguntaba cuál sería la manera más beneficiosa de escribir. Se me pasaron preguntas como:
– ¿Debo poner un horario para escribir todos los días?
– ¿Debo escribir también los fines de semana?
– ¿Elijo un lugar que sea mi santuario y sólo escribir allí?
– ¿Si trabajo desde casa, me arreglo o lo escribo con ropa de deporte o más cómoda?
Podría estar elaborando preguntas toda una eternidad. Pues, como os decía, dándole vueltas a la cabeza llegué a la conclusión que a Mí no me funcionaba exactamente lo que otros escritores que predicaban que es bueno escribir a diario, tener un lugar ventilado y bonito o estar arreglado antes de sentarte delante del ordenador. Esa filosofía la tiene mi marido, si se queda en casa, se viste igual que si fuera a la oficina.
¿Dónde escribir?
Sin embargo, y en mi corta experiencia, he escrito en mi oficina, en el salón de mi casa mientras mi hija me decía que recogiera todo porque era hora de poner la mesa, en mi cama, en el patio de mi casa etc. He escrito en el lugar que me inspiraba en ese momento, que me hacía sentirme tranquila y que me daba energías para seguir. Así que no necesariamente me ha funcionado escribir en el mismo lugar.
¿Qué me pongo para escribir?
Con respecto a la ropa, a mi me gusta escribir cómoda. Como suelo escribir desde casa y, normalmente después de hacer algo de deporte, pues escribo con “ropa de andar por casa”. No en pijama, ¡ojo!, eso no, pero sí con ropa cómoda. No sé a vosotros pero a mí me encanta cambiarme a ropa más relajada nada más llegar a casa.
¿Escribir a diario, si o no?
Otra de las cuestiones era si escribir o no todos los días. Pues, imagino que como en todo, en esto cada uno tendrá que decidir pero, a mí lo de todo los días aún no me ha funcionado. Necesitaba sentir que quería escribir. A veces he escrito mucho en muy poco tiempo y otras he escrito poco en un período más extenso. Sin embargo, eso a mí también me ha funcionado. No con esto estoy diciendo que debáis abandonar vuestros proyectos por semanas o meses y que, desde luego, es mejor escribir más de corrido pero como siempre hago, aquí os dejo mi experiencia personal y creo que debo ser sincera.
¿Qué método uso?
Con respecto a cómo escribir tuve también la cabeza como un bombo. Me pregunté una y mil veces si debía tener un guión de la novela, las ideas muy claras del principio al fin, un organigrama de lo que quería reflejar en el libro, los personajes bien diseñados etc.
Imagino que sería maravilloso llegar a ese punto, y creedme cuando os digo que soy muy organizada, sin embargo esa estructura tan rígida en un proceso creativo como es la escritura a mí no me ha funcionado.
Con mi libro tuve una idea. Sabía sobre lo que quería escribir y tenía una imagen aproximada en mi cabeza de cómo lo quería contar. Sabía que la protagonista iba a ser una mujer y que la historia se basaría en los primeros meses de la Guerra Civil en Sevilla y en especial en el barrio de Triana. En esos momentos no conocía el final. Es más lo cambié dos veces. Tampoco había decidido que hacer con ciertos personajes importantes. No tenía claro quién iba a acompañar a Violeta en su viaje en La oscuridad del sur, ni cuales serían sus nombres. Sin embargo, esos personajes fueron naciendo y creciendo por sí mismos. Obtuvieron vida propia a medida que los iba creando. Es más, algunos, sin yo darme cuenta, fueron haciéndose tan grande que son incluso los favoritos de mis lectores. Cuando empecé a escribir sabía los rasgos generales de lo que quería contar pero la historia completa vino después cuando me sentaba delante del ordenador e iba surgiendo sola. Sí sabía que quería plasmar; pero no todos los detalles y, algunos se fueron haciendo grandes a medida que mi investigación sobre el tema se hizo más profunda.
Nada está escrito en piedra
Quería contaros todo esto porque en mi humilde opinión nada está escrito en piedra. Nada es inamovible. Tú puedes crear tu propio estilo, tu propia manera de escribir, tu propio horario y tu propio método. Yo puedo decirte mil cosas de lo que me ha funcionado a mí pero, tú solo sabrás si te funciona a ti si lo pruebas.
Como consejo os diré que si realmente queréis escribir hay que ponerse a ello. Sea poco, sea mucho, pero ponerse. Al principio, tal vez, te dirás a ti mismo que lo que estás haciendo no sirve, que lo que estás escribiendo no está a la altura, que todos saben más que tú y lo hacen también mejor. Sin embargo, yo te digo que lo intentes. Que busques tu nicho y que lo sigas a pesar de que no le funcione a otros. Si eres fiel a ti mismo puedes conseguir lo que te propongas.
Ya sabéis que estoy por aquí por si queréis dejarme un comentario.
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